Leer viene de familia

LametamorfosisEn una de mis acostumbradas visitas a “El Sotano”, coincidí con el ambiente del fin de semana previo a la entrada escolar. Preocupados y aburridos padres, acompañaban a sus impetuosos hijos en busca del material didáctio solicitado por la escuela. Debo decir que me dio gusto ver a los muchachos de secundaria o prepa (ya no es tan fácil distinguirlos en estos tiempos), solicitar algunos clásicos de la literatura o libros de antología sobre un tema en particular como cuento, poesía o literatura hispanoamericana.

Aunque claro, no todo es miel sobre hojuelas. Me encontraba buscando alguna novedad en la sección de literatura universal (alias: hasta el rincón del local, pegado a la pared), cuando se acercó la dependienta buscando frenéticamente un libro llamado “La Metamorfósis”, para aquellos conocedores sabemos que nos referimos a Kafka, y para los que se van iniciando: es la novela emblemática de Franz Kafka, autor atormentado con serios problemas de relación Padre-Hijo.

Regresando al punto, había tres versiones de dicho libro, los tres pequeños de no más de 80 o 100 páginas. Dos pertenecían a editoriales populares con precios muy accesibles entre 30 y 40 pesos. Mientras el tercero era de Alianza Editorial y tenía un honroso precio de 160 pesos. Vi al muchacho que quería el libro, acompañado de su madre, siendo asesorados por la dependienta, quién en mi personal y particular punto de vista, le hace falta leer un poquito más.

El muchacho estaba indeciso por cual versión usar, y en específico, buscaba una edición en particular. Y aquí no pude contenerme, obrando de buena fe, le externé que la mejor versión de las tres era, sin lugar a dudas, la edición de Alianza Editorial, inclusive debería traer un análisis del efecto de la historia en su época y la importancia de Kafka en el mundo. Claro que la madre, más preocupada por la economía familiar que la cultura de su hijo, prefería una versión accesible de 30 pesos, total (y en palabras de ella): “Solo lo quiere para hacer un resumen, un trabajo… una síntesis nada más… osea, no para leerlo”.

Fue cuando descubrí que los golpes de la vida, me habían enseñado a guardar silencio. Ahora, puedo abrir mi mente…, porque si no, me podría pudrir por dentro: “No es posible!!! ¿Cómo se le ocurre? Para que viene entonces, que baje una monografía de internet. Es más, que legado bibliográfico existe en su casa? Bueno, no me sorprende que por eso tengamos malos métricos en lecturas anuales. Y ahora con ese comentario, el muchacho se queda apenado, como callado. Yo le diría… sssh ¡¡mamá!! Pero claro… si mi mamá me enseñó que los libros son la mejor herencia de la familia.”

En fin, tuve que volver a participar. “Si, es más barato, pero yo no le aseguraría que estuviera completo. Vealo así… es como si comprara pirata”. El muchacho se rió, la señora hizo mueca y una risa, la dependienta huyó a buscar una versión de Porrua (completa y barata). Y finalmente me dijeron: “Gracias jovén” (Algo bueno saque de esto).

Lo que me preocupa es el nivel promedio de entendimiento de obras que deberían considerarse clásicos de la literatura. La metamorfósis es uno de los más grandes ejemplos de creación literaria. Sobre todo si tomamos en cuenta su directo y enganchante inicio: “Al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, encontróse en su cama convertido en un monstruoso insecto.”

Al menos, cuando mis hijos lleguen a ese nivel de estudios, el libro estará disponible para ellos. Y creo que me sentaré a releerlo a su lado.