No es el título de un libro de Terry Pratchet, donde un mago ultrapoderoso que solo conoce un solo hechizo tiene que sobrevivir para evitar “autodestruir” el mundo. Tampoco es el sexto libro de la trilogía galáctica de Douglas Adams, donde Arthur Dent y un robot con personalidad maniaco depresiva escapan de la destrucción de la computadora más avanzada del universo: la tierra. No es ningún título de realismo fantástico tampoco, donde Querétaro es el homólogo de un Macondo en un ambiente semidesértico, y su gente desaparece junto con el último miembro de la familia Buendía. Sin embargo, suena igual que cualquier libro de fantasía, humorismo o intento de realismo mágico; aunque ha decir verdad, me he divertido mucho más en los libros que acabo de mencionar que el vano intento de una feria malograda.
Antes de caer en una discusión sin fundamento, me puse a la tarea de investigar que características debería tener una Feria de Libro. En resumen, y tomando diferentes artículos así como algunas vivencias personales, enumero los siguientes aspectos:
1) La feria responde a un evento que busca tres cosas principalmente: reunión, vinculación y proyección.
2) Tienen un objetivo común, enfocado a la promoción de la lectura y vida cultural, la cual puede ser enfocada en diferentes tipologías: Historia, infantil, novela, cuento, poesía, etc.
3) Reune actores importantes: Editores, autores, libreros y lectores.
4) Existen eventos como conferencias, páneles, presentaciones, sobre la tipología misma de la feria.
5) Vincula a los editores con los autores, y los autores con sus lectores; siendo el anfitrión los libreros mismos.
6) Para el lector frecuente, es un espacio para vivir el mundo del libro, con su gente, sus posibilidades y novedades.
7) Para fomentar y atraer a los nuevos lectores, se realizan diferentes actividades culturales: exposiciones, recitales, eventos musicales; de esta manera se atrae a las personas que asisten por curiosidad solamente.
8) La ciudad y diferentes organismos participan para hacer un evento exitoso: gobierno, industria privada, casas de cultura, comunicaciones, etc. No es evento de una sola persona.
Ahora bien, estos ocho puntos que mencionó, no logré verlos en la feria que recientemente organizo “alguien” (municipio, libreros, el primer fulano que iba pasando por la presidencia municipal) con motivo del día del libro en Querétaro. Para mí no fue una feria, si acaso sería un tianguis del libro. Y creo que tendría mayor valor si fuera tianguis itinerante: Satelite, El Sauce, Insurgentes, Carrillo, etc.
Platicando con un destacado trabajador de una de las librerías más importantes del centro, me menciona que esta pseudo-feria, o más bien, burla de feria, es el resultado de un acuerdo que no logra concretarse entre los libreros queretanos. Quizás necesiten un líder que busque el fomento y la verdadera promoción de la lectura en el estado; que tenga el apoyo del gobierno y la industria privada para realizar un evento de alto renombre. ¿Por qué hacemos un tianguis en el jardín Zenea, si podemos hacerlo en el Centro de Convenciones?
¡Ah, claro! Hay que llenar el inmueble, ¿verdad? Y con los pocos eventos que se nos ocurren, siendo sinceros no llegamos más que a reunir a mis amigos para leer fragmentos de algún libro. En algunos puntos, mi Querétaro lindo comienza a ser una ciudad importante en México; pero en otros aspectos, demuestra que aún somos un pueblo muy desarrollado; inclusive León tiene mejor feria que nosotros (ni siquiera Guanajuato… no… León).
Espero que algún día esto cambie.
Ingeniería literaria 